En estos días del final de la temporada de nieve, todos los ojos están puestos en una gran masa de nieve que está a punto de desprenderse en una zona muy frecuentada conocida como “la ceja” en el parque de Peñalara. Fotos, mensajes en Facebook, Twitter y correos electrónicos llenan de advertencias las redes sociales. Sin embargo, y a la vista de los graves accidentes y de las numerosas intervenciones de los cuerpos de rescate, cabe preguntarse :¿ Es ésto suficiente?, ¿Llega esta información , no sólo a los aficionandos a la montaña si no a todos los que se acercan un día cualquiera para hacer algún tipo de actividad?, y lo más importante ¿Cómo lograr de forma efectiva ,que ese enorme caudad de información que circula en La Red, pueda transcender el entorno de los montañeros, para llegar a un público más general.
En los últimos años , en nuestras montañas de la Comunidad de Madrid, se ha venido produciendo un goteo de accidentes , algunos de ellos mortales, causados exclusivamente por un desconocimiento del estado de la nieve, e incluso por avalanchas. Llama la atención que una modesta cordillera , visible desde muchas ventanas de la ciudad, sin un clima especialmente extremo, y sin unas cifras grandes de precipitación anual de nieve, se pueda cobrar tantas vidas por falta de información y previsión . Es cierto, y está fuera de toda duda, que somos muchos en la ciudad de Madrid y que la alta afluencia de gente con poca experiencia es inevitable. No obstante , y teniendo en cuenta esta realidad, deberíamos darle la vuelta a este argumento y tratar de lograr un sistema de información y prevención efectivo, serio y concienciador de los riesgos que implica la actividad de montaña en determinados días.
En el acceso principal al Parque Regional de Peñalara apenas existe un cartel que avisa, de forma genérica, de los riesgos de la alta montaña invernal y del material básico necesario para transitar por ella. Cuando el riesgo de aludes es elevado, nivel 3 o superior, otro cartel, de dimensiones modestas, lo indica, si es que llegamos a verlo. Y aquí se terminan las “barreras de seguridad ” ante un riesgo tan grande y letal.
En los dos últimos años además han habido nevadas abundantes seguidas de largos periodos de heladas, lo que ha dejado un manto de nieve dura como el mármol, con el consiguiente riego de los que se aventuran por ella, sin piolets ni crampones. Los accidentes no han tardado en producirse, con varios fallecidos y muchos heridos, en actividades aparentemente sencillas sin ninguna complicación técnica. En estos meses incluso me ha tocado sacar a gente accidentada en pendientes heladas, después de caerse muchos metros tras resbalarse en los caminos principales y más fáciles. Familias con niños aterrados , caminando de rodillas por el hielo y que, con peligro inminente de resbalarse por las laderas, se han dado la vuelta en un último ataque de prudencia.Todo esto, como dije, en los senderos más sencillos del Parque.
En efecto, en Guadarrama, al igual que en muchos otros lugares, la mayor parte de los visitantes se concentra en las zonas más accesibles y señalizadas, y pueden ser fçacilmente dirigidos hacia zonas más seguras. Con esto quiero decir , que una gestión eficaz de riesgos en los parques debería implicar, a mi juicio, medidas activas como cerrar caminos, balizar zonas peligrosas e informar con carteles claramente en lugares estratégicos, y por susuesto contar con más personal que el existente. También sería muy eficaz que la información , precisa y contrastada de los montañeros , grupos de rescate, etc, a través de internet, se canalizara y facilitara a los medios de comunicación.
Con esto simplemente, estoy convencido de que se evitaría un alto porcentaje de accidentes y muertes, en las zonas Peñalara – Cabezas de Hierro. Las estadísticas de intervenciones de los grupos de rescate nos dicen que la mayor causa es una sobrevaloración de la propia capacidad, desconocimiento de la técnica adecuada e infravaloración de la montaña. Por tanto cabe pensar que las únicas barreras efectivas que podemos colocar entre una persona que se presenta de esta guisa al puerto de Cotos , y un accidente, son las que he mencionado.
Nada ocurre con decirle a alguien “por aquí no “, por aquí si”, por aquí depende”, etc. si el que lo hace es la propia dirección del Parque , que además tiene entre sus objetivos el conocimiento del medio de montaña y la práctica armoniosa de una actividad en la naturaleza.
En breve tendremos en Guadarrama la declaración de Parque Nacional, una figura de protección mayor. Confiemos en que esa protección se extienda también a las personas.
Un abrazo fuerte.Nacho.
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