LAILA PEAK EN INVIERNO

Abstract

The past 18 February two young mountaineers reached LailaPeaks’s summit (6100m), in the Karakorum’s mountain range. They were part of an expedition formed by four friends, from two different generations, and a small support group in the Base camp. Away from great media peaks, these men were looking for their own motivation in extreme experiences and in the great self-compromise.

With temperatures reaching -30 degrees Celsius and wind blowing up to 65km/h, these men decided to continue their attack to the top, a couple of days after the four of them had to stay at just 100m away from the summit. They decided to go into the last great frontier of world mountaineering, an uncertain journey in the limits of human resistance, where each tiny mistake is paid at an extremely high price and where the possibilities of survival rest on the determination, the capacity of judgment and the personal resistance of each individual mountaineer.

Sumario

El pasado 18 de Febrero dos jóvenes alpinistas alcanzaban en pleno invierno la fina cumbre del LailaPeak (6100m), en la cordillera del Karakorum. Formaban parte de una expedición de cuatro amigos de dos generaciones distintas, con un pequeño grupo de apoyo en el campo base.Alejados de los grandes picos mediáticos, estos hombres buscan su motivación en la experiencia extrema y en el gran compromiso personal.

Con temperaturas de -30 grados y vientos de hasta 65km/h estos hombres decidieron continuar su ataque a la cima pocos días después de haberse quedado los cuatro a 100m de cumbre. Decidieron adentrarse en la última gran frontera del alpinismo mundial, un viaje incierto en los límites de la resistencia humana donde cada pequeño error se paga a un altísimo precio y donde las posibilidades de supervivencia residen en la determinación, la capacidad de juicio y resistencia personal de cada uno de los alpinistas.

Laila-Peak-expedicion

Para entender lo que significa acometer la escalada de un pico en el karakorum basta con decir que, a fecha de hoy, sólo dos montañas de 8000m han sido vencidas. Y no será por la falta de intentos. Principalmente polacos, rusos y kazajos habían tratado sin éxito durante diez años escalar alguna de las cinco grandes cimas de Pakistán. Sin embargo las condiciones climatológicas inhumanas, con huracanes, grandes nevadas y temperaturas de -50 grados habían arruinado las esperanzas de todas las expediciones año a año, acabando alguna de ellas en tragedia.El gran reto estaba servido.

Mucho antes, en la década de los ochenta y noventa, enel Himalaya de Nepal y Tíbet se escalaron todas las grandes cimas en invierno. La primera de todas el Everest. En 1980 Krzysztof Wielicki y Leszek Cichyhollaron la cima más alta del mundo en la estación más fría. Sin duda un mito se había roto, no sólo se podía alcanzar el tercer polo sin ayuda de oxígeno artificial, como demostraron Reinhold Messner y Peter Habaler en 1978, sino que además se podía hacer en invierno.

Pero la historia en el Karakorum es muy distinta. Hasta marzo de 2011 no fue escalado con éxito del Grasherbrum II, de 8035m de altitud, por tres de los alpinistas más fuertes de la actualidad:Simone Moro, Dennis Urubko y Cory Richards, después de muchos inviernos de intentos fallidos.

Hace apenas un año, en 2012 ,también el Gasherbrum I ha sido “vencido”, esta vez por un equipo polaco.

Este año sólo la Expedición al LailaPeak ha tenido éxito. En un primer intento Ramón Portilla, Juanjo San Sebastián , Alex Txikon y JoséManuel Fernández se quedaron apenas a 100m de la cumbre, pero la certeza de tener que bajar de noche de esta difícil y técnica montaña les hizo desistir. Regresaron al Campo Base en unas condiciones inhumanas, envueltos en una tormenta que a punto estuvo de acabar con ellos, y que dejó tocados a los dos miembros más veteranos de la expedición. A pesar de todo, lejos de rendirse y empaquetar las cosas de vuelta a casa, decidieron regresar de nuevo a la montaña.

Alex Txikón y José Manuel Fernández abandonaban el Campo 2 a las 6.00am para intentar nuevamente la cima esquiva. Después de diez horas de esfuerzos al límite, con nieve fresca hasta la altura del pecho alcanzaron la cumbre. Según sus primeras palabras tras la gesta fue “Muy, muy , muy duro”.

Para terminar, y pareciendo hacer buena la sentencia montañera de que la ascensión no acaba hasta que no se está de regreso en el Campo Base , una avalancha estuvo a punto de sepultarles cuando les faltaban apenas escasos metros para alcanzar las tiendas.

Una gran aventura sin duda, en toda su dimensión, que nos hace disfrutar en la distancia, cosa que agradecemos sinceramente los que aún creemos posible este tipo de alpinismo.

Ya estamos deseando que nos cuenten con detalle, como si de una gesta clásica se tratase, su magnífica aventura.

 


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